En las últimas semanas, la administración de Obama ha estado empujando al congreso para concederle la autoridad para terminar un acuerdo comercial de gran envergadura con 11 otras naciones llamadas la sociedad transpacífica. Observando que las fortunas económicas de América están atadas inextricablemente a la economía global, la administración ha promovido el acuerdo como avance para el negocio americano y los trabajadores, sosteniendo que aumentará productividad, mercados libres en el extranjero y salarios de la elevación en las industrias que exportan, mientras que la baja valora para los consumidores.

Un informe detallado sobre las ventajas del comercio lanzó por el consejo del presidente de asesores económicos observó la semana pasada que los países implicados en el acuerdo pacífico explican el 37 por ciento de la salida del mundo y casi un cuarto de sus exportaciones de los bienes y servicios. “Entre los socios están algunas de las economías de más rápido crecimiento en el mundo,” dijeron, proporcionando “un aumento enorme en el mercado de exportación potencial para los bienes y servicios de los E.E.U.U.”

Los sindicatos, los ecologistas, los economistas liberales y otros opositores contradicen que el acuerdo exportaría trabajos a otras orillas. También se quejan de que una nueva estructura reguladora favorecería negocio a expensas de trabajadores y protegería algunas industrias contra la competencia.

“Puesto que nuestro déficit está enteramente en productos manufacturados, significa que hemos exportado millones de trabajos por encima de la media en ese sector resolviendo mucha de nuestra demanda nacional para los productos manufacturados de fuentes extranjeras,” Jared discutido Bernstein, miembro distinguido en el centro en presupuesto y las prioridades de la política en Washington.

La mayor parte de las importaciones que fluyeron en los Estados Unidos en marzo vinieron de Asia. Las importaciones de China, por ejemplo, subieron por casi un tercer, llevando a un déficit comercial de $37,8 mil millones. El déficit con Japón aumentó en $2 mil millones a $6,3 mil millones, el más grande en dos años.

Sobre todos, las importaciones a los Estados Unidos subieron el 7,7 por ciento a partir de febrero a $239,2 mil millones. Los teléfonos móviles, la ropa, los muebles, los coches y los ordenadores eran parte del recorrido del extranjero eso hecha su manera en tiendas y hogares. Por el contrario, las exportaciones del americano subieron el 0,9 por ciento a $187,8 mil millones